En el recorrido semanal que hacemos por las calles conforman nuestro Distrito Cerro-Amate, hoy vamos a detenernos en la calle Aragón sita en el Cerro del Águila.

Basílica Virgen del Pilar (Zaragoza)
Aragón es una Comunidad Autónoma resultante del reino histórico del mismo nombre y que comprenden el tramo central del valle del Ebro, los Pirineos centrales y las Sierras Ibéricas. Está situada en el norte de España, y limita por el norte con Francia, por el oeste con las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja y Navarra y por el este con Cataluña y la Comunidad Valenciana.
El Reino de Aragón, junto con el Condado de Barcelona, el Reino de Valencia, el Reino de Mallorca y otros territorios de Francia, Italia y Grecia conformaron durante siglos la histórica Corona de Aragón. Desde 1978 se configura como Comunidad Autónoma, compuesta por las provincias de Huesca, Teruel y Zaragoza y se articular en 32 comarcas y 1 delimitación comarcal. Su capital es la ciudad de Zaragoza y el día 23 de abril se celebra la festividad de San Jorge, Patrón de Aragón.
La Comunidad cuenta con dos cadenas montañosas. El Pirineo concentra en la provincia de Huesca las mayores altitudes, con el Pico Aneto como techo de Aragón y del Pirineo. El Aneto cuenta con una altitud de 3404 metros sobre el nivel del mar. El Sistema Ibérico limita con la meseta central de España. Su pico más alto es el Moncayo, con 2313 metros sobre el nivel del mar, y se ubica entre la provincia de Zaragoza y la de Soria.
Aragón alberga uno de los parques nacionales de España, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, situado en la comarca pirenaica de Sobrarbe (Huesca). Es el segundo Parque Nacional más antiguo de España, declarado en 1918 y ocupa una superficie de 15.608 hectáreas.
En Aragón se hablan varias variedades lingüísticas clasificadas dentro de tres idiomas, el castellano, el aragonés y el catalán de Aragón.
El escudo actual de Aragón se compone de los cuatro cuarteles y se atestigua por primera vez en 1499, consolidándose desde la Edad Moderna para arraigar decididamente en el siglo XIX y resultar aprobado, según precepto, por la Real Academia de la Historia en 1921.